La maratón mas loca del mundo

Era se una vez un ratón llamado Martín. El vivía en bonita casa rodeada de margaritas y amapolas. Un día, Martín se levantó de la cama y fue a ver si le había llegado alguna carta. Le mandaron tres cartas. La primera era de una invitación al cumpleaños de su mejor amigo, la segunda era una invitación para hacer la maratón, y la tercera carta era una invitación para la coronación del rey de los ratones. Martín tenia esta semana muy liada. Acepto todas las invitaciones, el problema es que no sabia como hacer la maratón, pero el lo iba a intentar. Llegó el día de la maratón, Martin estaba preparado. ¿Preparados? ¿Listos? ¡Ya!. Empezó la maratón Martín corrió con todas sus fuerzas. Había muchos caminos y atajos, y Martín se liaba mucho. A mitad de la ida, Martín se metió en un atajo sin querer, que le llevó a la playa. Martín estaba confuso, pero no se rindió y siguió adelante. Aunque el pequeño ratoncito no sabia a donde iba. Y otra vez cogió otro atajo. Se metió a una alcantarilla que llevaba a la carretera por donde tendría que ir. Salió de la alcantarilla, y apareció en la carretera. Corrió unos minutos mas y sin querer se volvió a meter en otro atajo. Pero esta vez no apareció en la playa, apareció en un bosque. A Martín no le gustaban nada los bosques porque había todo tipo de animales. Caballos, ovejas, jabali... Y por ello tenia miedo cualquier animal se podía alimentar de él. Entonces siguió corriendo con todas sus fuerzas, y no miro atrás. Por fin salió de este terrible y espantoso bosque, aunque a Martín le gustaba mucho la naturaleza, pero sin ningún animal que se pudiera alimentar de él. Al salir del bosque apareció en un campo donde había maíz. Pasaron unos minutos y... ¡Llegó a la meta el primero! No se lo podía creer, le dieron el trofeo y se fue a casa. Y decidió no volver aceptar ninguna invitación para hacer la maratón.